La pelota hermana todo – Por G.S.T.

Desde que el Exa se detuvo solo pienso una cosa. Me sacan tiempo para jugar al fútbol. Porque a los 48 años no es un sábado más sin Torneo, es un sábado menos que voy a poder jugar. Chiche, mi viejo, me dijo un día al costado del Playón: “Si me decís que hoy puedo volver a jugar, menos el dedo gordo y el chiquito, elegí que dedo de la mano me queres sacar, un dedo no es nada con poder estar de nuevo dentro de la cancha”.

Y sí, yo estoy así, soy hincha de Racing, pero me chupa un huevo la Libertadores, quiero volver a jugar YO, por mí, que el fútbol profesional vuelva en marzo, a mí dame una redonda.

Es domingo, encaro mi salida bicicletera, no puedo hacer abdominales, no sirvo para nada de eso, así que me refugie en las dos ruedas. Una hora mínimo todos los días. Bajo por Malaver, llego a Libertador y ahí es para la izquierda, hacia San Isidro, o la derecha. Esta vez fue para el Aeroparque. Cuando hablan de opulencia me cago de risa, tenemos una ciudad de la puta madre y nos quieren hacer sentir que somos “demasiado” ricos. Es Buenos Aires, capital del mundo. Y en algunos lados es simplemente hermosa.

Libertador, Tiro Federal, Monumental, Figero Alcorta y cuando termina el último club, antes del puente peatonal de Sucre hacia Costanera, veo a un pibe con la pelota. Solo. Patea hacia un lado, patea hacia otro. Estoy por seguir y me doy cuenta que hace 6 meses que no le pego a una pelota.

Doy la vuelta y me bajo, lo encaro a distancia, se la pido, me da el pase a 15 metros, se la devuelvo. Le agradezco, le digo que extrañaba horrores el pasto, el remate. Que llevaba 6 meses sin pelotear. Pim, pam, pum. Arranca la charla.

Me dice que tiene 50, está en re estado, le pega con las dos. Se lo nota hábil. Le pregunto de donde es porque como dice mi hermano: “Siempre pregunta, mira si es Exa y lo podemos sumar”.

Me cuenta que llego a la tercera de Boca, que juega de 5, que detrás de esa pared (señalando hacia atrás) le dio un peludo bárbaro a Astrada y Jota Borelli. Que no llegó y se dedicó a ser Profesor de Educación Física.

“No llegan los mejores, llegan los que tienen mejor la cabeza. En las piernas podes tener todo, pero lo importante esta acá” (con el dedo en la frente). Pim, pam, pum, el me las devuelve todas al pie, yo la mitad. La pelota esta desinflada, pero que me importa.

La charla ya es de la vida, que esta separado, que tiene dos hijas (intuyo que extraña la familia los domingos), que le encanta jugar. Que nació en Pehuajo, que jugó todos los regionales contra tipos gigantes, fieros a los que para ganar había que meterle un plus, y que con la pelota llegó hasta donde pudo. Que hoy da clases de lunes a viernes en escuelas municipales, que juega al fútbol por todos lados, en Norchamp, en la quinta de Macri, en Atalaya, y que los domingos que no esta con las hijas ahora en Pandemia son para él en el pastito.

Le cuento, del Exa, de como se juega, de cuantos equipos, de la Revista, de los exas famosos. Que Crespo nunca quiso jugar en el Torneo, que Pusi quiere pero las rodillas no lo dejan ni moverse. Que el tipo con mejor “cabeza” para el fútbol que conozco es un tal Ale Peruzzo, ese que una vez me dijo: “Yo de altura se que estoy corto pero en la cabeza mido dos metros”. Termino mostrándole el gol de tijera del Peru ante Magliola, el mejor gol que vimos en el Exa.

Pim, pam, pum. Me cuenta que la de Palacios era por abajo, le retruco que si la metía perdíamos 2 a 1 como River ante Flamengo. Se ríe. “Tenes razón, el fútbol es impredecible”. Le cuento una anécdota de Simeone antes del 4 a 0 con Alemania sobre los códigos. Me da la razón. “Los códigos son todo”. Al tipo no le encuentro maldad. Es un tipo sano, me paso la pelota de la nada y arrancamos a charlar.

Es tiempo de seguir mi camino. “Anota mi teléfono, que se yo, anda a saber, la pelota hermana todo”. Me acuerdo de una frase de mi hermano similar políticamente incorrecta pero real. Lo saludo con el puño. “Soy Gustavo Polite, ni Instagram tengo, si alguno se quiere preparar para jugar pasale mi teléfono, y sino el fútbol nos va a volver a encontrar”.

Yo me calzo los auriculares, una lista de Spotify con el 35% de aumento con éxitos de Fito Paez y arrranco que me queda largo trecho, que inmenso es Rodolfo, pero esa, esa es otra historia.

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