LA LECTURA DEL SABADO
No quiero ser la figura del partido, quiero ser el menos estúpido.
El mismo fin de semana que volvió el exa, yo corrí mi segundo triatlón. Por un lado, disfruté mucho del logro de mis nuevos hábitos y deportes, pero por otro sentí nostalgia de pasar un sábado en el colegio de mi vida, jugando al fútbol con mis amigos.
Miraba las fotos en Instagram de la primera fecha del año y me sentía raro, como fuera de mi. Cuando hago algo me comprometo al 100% y cuando no, NO. Pensé por qué me sentí así. Era obvio que después de tantos años ininterrumpidos de hacer algo y no hacerlo más choca con tu nueva realidad… y tu identidad. Pero una cosa es decidirlo, otra es vivirlo y también sentirlo.
Me recordé a mí mismo porque dejé de jugar. Y fue por evitar lesiones de todo tipo. Que me duela una parte del cuerpo toda la semana o tener una lesión importante que te deja afuera de todo tipo de deporte. Y que en el peor de los casos también afecte tu vida diaria con todas las obligaciones que tiene uno en la mitad de la vida. Ví fotos de un amigo con hielo en la rodilla. Y mi hermano, con quién corrí el triatlón de este finde, que contaba que se resintió el menisco el día anterior en el Exa. Y volví a reforzar mi decisión tomada hace unos meses. Me dije (como si no fuera yo el que hablaba): “yo no quiero eso”.
Pero evitar eso también me quitó la parte humana y social de pasar tiempo con amigos. De tener la excusa del fútbol para verse y de yapa gritar un gol y abrazarse. Y ese sentir cuando uno entra al cole por Yrigoyen… Miraba las maravillosas fotos de Guga… vi fotos del grupo de amigos de la Amarilla otrora (reinventado en la Calesa). También leí comentarios del ex Marro con todos sus integrantes dispersos en varios equipos.
Parafraseando a la negra Sosa… si cambia el mundo, o al menos mi mundo… ¿cómo no voy a cambiar yo? Tal vez se trate de adaptarse a las etapas de la vida y seguir disfrutando de evitar lo malo (las lesiones), para proteger lo bueno (la salud). Todos tenemos problemas, pero cuando no tenes salud, tenes un ÚNICO problema.
Parte de adaptarse también implica reinventarse. Mis sábados tal vez sean de entrenar para mis triatlones por la mañana, y por la tarde darme una vuelta por el cole, para abrazarme con amigos, deleitarme mirando algún caño y no olvidar lo que era patear una pelota, al menos jugando con mi hijo. Y ahora también escribiendo unas palabras para jugar otro tipo de partidos, el de los pensamientos… y sentimientos, para recordar que no cambia el amor, por más lejos que me encuentre.
Micu
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